El bautizo es mucho más que un acto religioso; es la primera gran decisión que tomáis en el camino de vuestro hijo. Es el momento en el que confiáis su vida a un propósito, a unos valores, y lo rodeáis del amor de quienes siempre estarán a su lado.
Es su presentación al mundo, el instante en el que vuestra familia y amigos lo reciben con emoción, ternura y promesas de acompañarlo siempre. Abuelos acariciando sus manitas, primos acercándose con curiosidad, padres que lo sostienen con la certeza de que su vida acaba de cambiar para siempre.
Nuestro trabajo es capturar cada uno de esos instantes, documentar la esencia de ese día, desde la ceremonia hasta los abrazos, las miradas y las pequeñas emociones que lo convierten en un recuerdo imborrable. Porque más allá del rito, el bautizo es el primer gran encuentro con su gente, con su historia, y merece ser contado en imágenes que duren para siempre.
La comunión es un momento importante para muchas familias, un día lleno de emoción y significado. Pero más allá del rito religioso, es también un punto de inflexión en la infancia: una etapa en la que los niños empiezan a cambiar, a dar sus primeros pasos hacia la adolescencia, a descubrirse de otra manera.
En nuestras sesiones buscamos capturar ese instante único, no solo con la vestimenta de comunión, sino también dejando espacio para lo que realmente son. Porque cada niño tiene una personalidad propia, algo innato que lo hace especial, y queremos que eso también se refleje en sus fotografías.
Un momento más relajado donde el niño o la niña puede mostrarse tal como es, sin prisas ni nervios, con fotografías tanto en su atuendo de comunión como en ropa que lo identifique. También pueden participar los padres y hermanos, creando un recuerdo familiar inolvidable.
Capturamos la emoción de la celebración, desde la ceremonia hasta los momentos compartidos con la familia y amigos. Un recuerdo completo de la alegría, la ilusión y el cariño de quienes los acompañan en este día tan especial.
Para los padres, estas fotos son más que un recuerdo de la comunión: son un testimonio de ese instante en el que la niñez empieza a transformarse. Un regalo para el futuro, una imagen de quienes fueron antes de dar el siguiente paso en su camino.
Y hay otros que solo pueden contarse con palabras, con risas, con miradas.
Nuestro Microloco no es un vídeo cualquiera. Es un retrato vivo del niño o la niña de la comunión… a través de su gente. Nos metemos de lleno en la celebración, como si fuéramos reporteros un poco locos, y vamos preguntando a amigos, primos, abuelos, padres… Y, por supuesto, al protagonista del día.
Las cosas graciosas que dicen los niños. Los recuerdos tiernos de los abuelos. Los mensajes que dejan las personas más importantes de su vida.
Porque un día así no solo se trata de trajes bonitos o de la ceremonia, se trata de las personas que rodean a ese niño o niña en ese momento único. Y de dejarles un legado en forma de palabras.
Palabras que dentro de muchos años podrán volver a escuchar. Y entonces entenderán todo el amor que los rodeaba.
Eso es el Microloco: Una cápsula del tiempo, llena de risas, emociones y voces que valen oro.
Cada momento cuenta y nosotros estamos aquí para capturarlo. Si buscas imágenes que transmitan emoción y autenticidad, no dudes en contactarnos. Hablemos sobre tu proyecto y hagamos juntos algo inolvidable.